Los cortaron con machete y quemaron sus cuerpos
POR Juan Verastegui Vasquez-PERU-
Sin ninguna compasión, los torturaron y quemaron sus cuerpos. Previamente, los balearon, cortaron, sus cuerpos, con un machete, los quemaron y los tiraron en fosas. Así asesinaron a las víctimas, nueve estudiantes y un profesor, de La Cantuta: “Ya no busquen los cuerpos de sus familiares porque los hemos torturado y quemado”. Escalofriantes métodos de tortura cometidos con mucha crueldad, atrocidad e inhumanidad por el Grupo Colina, ordenado por el sátrapa y asesino, Alberto Fujimori Fujimori y secundado por Vladimiro Montesinos Torres. Los fallecidos tenían balas alojadas en la cabeza y presentaban crueles torturas y, peor, todavía, este asesino promovió leyes de amnistía para quedar impune.
Otra matanza, también, lo cometieron, este mismo grupo comandados, igualmente, por Fujimori en los Barrios Altos, donde asesinaron despiadadamente a diez y seis personas entre ellas un niño de, tan solo, ocho años, donde participaban de una pollada y el dinero recaudado serviría para cambiar una de las tuberías malogradas, se trataba de ambulantes y vendedores de helados y los declararon inocentes. Los asesinos aparecieron con pasamontañas y pistolas ametralladoras que con insultos y golpes los obligaron tirarse al suelo boca abajo e inmediatamente abrieron fuego sobre las víctimas. Este escuadrón de la muerte usó metralletas con silenciadores y así acabaron con la vida de 16 personas; el niño al ver muerto a su padre, tirado en el piso, corrió hacia él para auxiliarlo y ayudarlo y recibió varios balazos por parte del Escuadrón de la muerte; además, hubo cinco heridos de gravedad. La masacre de Barrios Altos fue un error. Mala información de inteligencia hizo que el escuadrón confundiera la fiesta con una reunión secreta del grupo insurgente y matara a civiles inocentes, dijeron luego. Horas después de la matanza se fueron a beber cerveza en la playa, brindando por la acción (BBC Mundo).
En el 2009, Alberto Fujimori recibió una condena de 25 años de prisión por los delitos ocurridos por estos casos y los que también se cometieron en La Cantuta. En el 2013, este asesino dijo sentirse con la conciencia limpia por esta matanza.
De acuerdo al informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, el gobierno de Alberto Fujimori ''impidió deliberadamente la investigación del crimen mediante mecanismo legislativos y judiciales, encubriendo y obstaculizando la sanción de los responsables''.
Estos crímenes son calificados de “LESA HUMANIDAD”, que implican daño grave a la humanidad con características atroces de torturas, genocidios y exterminio y son de naturaleza de imprescriptibilidad. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificó este crimen como de “Lesa Humanidad”, lo que significa que fue feroz, inhumano con demasiado salvajismo.
Este miércoles (2023) la CIDH reclamó, al Estado peruano, suspender la ejecución de la sentencia del Tribunal Constitucional de Perú que ordena la liberación del expresidente Alberto Fujimori, encarcelado por crímenes contra la humanidad.
Pero, también, otra matanza más de este asesino, Alberto Fujimori aún tiene cuentas pendientes con la justicia. La Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia lo procesa por el Caso Pativilca que involucran a un total de 24 procesados, entre ellos miembros del grupo paramilitar Colina, comandados, como siempre, por Fujimori; la fiscalía presentó su acusación en el 2017, sin embargo, se está a la espera del inicio del juicio oral contra Fujimori, se le procesa por el asesinato, (28 de enero de 1992), de seis comuneros en la pampa San José y Caraqueño, en el distrito de Pativilca (Barranca)
La Comisión de la Verdad y Reconciliación reconstruyó el hecho con testimonios y determinó que los encapuchados ingresaron por la fuerza a sus casas. Todas las víctimas eran vecinos. Uno a uno, los arrastraron, los golpearon y los subieron a vehículos. Los testimonios de los testigos (hijos, esposas y vecinos de los asesinados) coinciden en que los comandos llevaban ropa oscura y que para su fin utilizaron desmedida violencia y, a partir de entonces, ¡Nunca más los volvieron a ver a sus familiares! Luis Agüero, hermano de una de las víctimas envió una señal de alerta: había encontrado restos en un cañaveral a pocos metros de donde fueron secuestrados. Eran ellos. Los habían torturado y acribillado en la zona. En todos estos casos está involucrado Fujimori como autor mediato.
También, Alberto Fujimori F., se encuentra enjuiciado por las “Esterilizaciones Forzadas” a miles de mujeres pobres, mayoritariamente indígenas y campesinas hablantes de quechua. Este crimen es calificado como crímenes de Lesa Humanidad y, por ende, no puede prescribir. Las víctimas suman 300,000 y fueron esterilizadas a la fuerza, sin su consentimiento; el pretexto, dizque, era sacarlas de la pobreza. Dice una víctima “fue tanta la presión, para esterilizarme que me negaron entregarme mi hijo, que recién había dado a luz”. La abogada de una las víctimas relata “Las amarraron, las ataron y las trataron peor que a animales y en muchos de los casos hasta se olvidaron de ponerles anestesias. Fueron maltratadas. A muchas mujeres se les amenazó con enviarlas a prisión, que sus hijos no serían reconocidos por el Estado o se les entregó alimentos como única información previa. Luego de concluir la operación, sin escuchar sus molestias, las enviaban de regreso a sus casas y no se realizaba ningún seguimiento médico adecuado”. Los registros oficiales fueron desaparecidos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció en un comunicado que había enviado a la Corte IDH el emblemático caso de Celia Ramos Durand, madre piurana que falleció en 1997 a causa de haber pasado por el procedimiento de esterilización que le fue aplicado sin su autorización. Este caso, identificado bajo el número 13.752, forma parte de los cientos de casos de esterilizaciones forzadas perpetrados durante el gobierno del exdictador (diario local)
El actual congresista de Fuerza Popular de Keiko Fujimori, ALEJANDRO AGUINAGA, se encuentra involucrado en este aborrecible y dramático caso. Al parecer este juicio ha sido anulado.
En 1992, Gustavo Gorriti, publicó una serie de artículos en la revista Caretas donde vinculó al gobierno de Fujimori, con organizaciones narcotraficantes, implicando en particular a Vladimiro Montesinos, el “hombre fuerte” de Fujimori y director del Servicio de Inteligencia del Ejército .
Esto fue pretexto para que en 1992, una unidad del ejército peruano lo arrestó en su casa y lo llevó a los sótanos del Servicio de Inteligencia (SIN).
Otro caso fue el 27 de julio de 1992, Samuel Dyer se encontraba en el Aeropuerto Internacional.
Sin orden judicial, fue impedido de abordar un avión por personal del SIN y llevado a las oficinas de migración donde le informaron que tenía una orden de captura.
De ahí fue trasladado violentamente a los calabozos del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), donde permaneció privado de libertad y fue interrogado sobre su presunta colaboración con Sendero Luminoso. El empresario fue sometido a una investigación de cuatro días, sin justificación ni pruebas, hasta que no tuvieron forma de encontrar “vínculos terroristas”. El Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) lo sacó subrepticiamente de su sede, lo dejó en una calle y lo “hizo huir” (BBC MUNDO).
La esposa (Susana Higuchi) de este sátrapa, también, fue torturada. Cuenta ella que en el techo de su dormitorio regaban, en la parte superior, para que goteara cuando estaba dormida. Fue llevada a la orilla del mar, en un vehículo con lunas polarizadas, sin el control de manijas de puertas y ventanas y se le amenazaba tirarla en aguas profundas del mar, etc, etc. Todo esto con el beneplácito de la hija KEIKO, que suplantó a la madre como primera dama ¡ES UNA DIABLA!, dijo.
Pero, también, despidió injusta e ilegalmente a más de 400,000 empleados públicos, sin ninguna justificación, sin el debido proceso y sin reconocer sus derechos laborales; dejando en la calle a padres que sus hijos lloraban de hambre. Tuvo que intervenir la CIDH para reconocer sus derechos.
Eliminó la Estabilidad Laboral, vendió a precios subvaluados y con corrupción y robo casi todas las empresas públicas que se calcula por más de 7,500 millones de dólares, de los cuales 1,500 millones se invirtieron y el resto se desconocen. Lideramos en muertes por COVID, en el mundo, porque en la época de Fujimori privatizó todo el sistema de salud, y no había camas, gas medicinal, médicos, enfermeras, faltaba todo. Privatizó todo el sector educativo y hoy es caro y malo. La economía la hundió en primaria exportadora, habiendo iniciado, con Juan Velasco Alvarado, un proceso de desarrollo y de INDUSTRIALIZACIÓN.
Huyó al Japón, cuando se destaparon sus corruptelas y robo y, desde allí, renunció por fax. Postuló al senado japonés usando como lema “doy mi vida por Japón”. Al no tener éxito regresó al Perú para postular, nuevamente, a la presidencia de la república. Es donde fue apresado y debería cumplir 25 años de prisión; pero por corruptelas, enjuegües, se encuentra libre y se ríe, como siempre, de la justicia. Hermanos y hermanas, de este sátrapa, enjuiciados por corrupción huyeron a Japón y allí se encuentran. Mientras acá, en el país, los tres hijos enfrentan juicios por lavado de activos y Keiko puede ir más de 30 años a la cárcel.
El 5 de abril de 1992, dio un autogolpe y cerró inconstitucionalmente el Congreso. Asumió junto con su asesor, Vladimiro Montesinos, el control total de la Policía Nacional del Perú. Desde hace 200 años venimos arrastrando estos lastres. De allí que es un clamor: No votes por tus choros, corruptos y asesinos